Si has llegado hasta aquí...

 

Y es que a la vida le gusta jugar y me devuelve, sin buscarlo, pensamientos, sentimientos, que dejo aparcados cada vez que pretendo pasar página, mirar el nuevo horizonte. Le gusta jugar conmigo y me trae recuerdos, ansiedades, desencuentros. Y yo, cansada ya del juego, me pierdo entre senderos buscando una sonrisa, un consuelo que casi siempre encuentro: la música.

 

 

 

 

 

Por si acaso me estuvieras escuchando

tú, que un día, fuiste parte de mi vida

y de pronto los recuerdos te provocan una sonrisa.

Sólo espero que consigas darte cuenta,

que es a ti a quien mi canción va dirigida.

Ya sé que suena un poco extraño,

pero hace tanto que no sé qué es de tu vida.

Tan profunda como el mar, así de fría...

a diario la distancia pasa lista.

Cuántas veces he pensado, por qué jamás te habré llamado

y no hemos vuelto ni a encontrarnos

bueno, en fin... te extraño.

No quiero olvidar las cosas buenas que nos han pasado.

Donde quiera que estés, donde quiera que estés...

que sepas solamente que me sigues importando, niña.

Revélate por todo aquello en que creímos. (BIS)

Yo que nunca tuve miedo a las alturas

me daba vértigo subirme a tu cintura.

Estoy haciéndome un cobarde

o estoy empezándome a encoger o fue la locura.

Tan profunda como el mar así de fría...

Me costaba confesar que te quería.

Pero trataba de colar entre mi palabrería un sinónimo de amar.

 

 

En fin... quería que supieras que

no olvidare las cosas buenas que nos han pasado.

Donde quiera que estés, donde quiera que estés...

que sepas solamente que me sigues importando, niña.

Revélate por todo aquello en que creímos.

Si me estás oyendo, si me estás oyendo...

que sepas que es total el haberte conocido, niña.

No quiero olvidar las cosas buenas que nos han pasado.

Donde quiera que estés, dónde quiera que estés...

que sepas solamente que me sigues importando.

Revélate por todo aquello en que creímos.

Si me estás oyendo, si me estás oyendo

que sepas que es total el haberte conocido, niña.