¡¡¡ FELIZ 2015 !!!

No sé si me pasa solamente a mí o es algo general, es un tema que nunca se me ha ocurrido preguntarle a nadie y es que es en este primer día del año en el que me vienen a la mente buena parte de las cosas acontecidas en el año anterior. Esos recuerdos de los que ya no están, esos vacíos imposibles de llenar y que con tanta cautela guardo en el rincón de los temas que  no hay que volver a tocar. Esos amigos que echas de menos, de los que te preguntas si ellos también te recordarán en algún momento. Esas cosas que tanto te interesan y nunca empezaste. Los sueños irrealizables que te han dejado esa sensación de impotencia. Las injusticias que no has podido resolver. Ese amor que no buscas pero tampoco llega. La sensación de que te ha faltado algo… o alguien.

Ya hemos comido las uvas, hemos besado a diestro y siniestro, bailado hasta el dolor de pies; hemos reído las cosas que en otro momento no nos harían gracia, cantado villancicos, brindado por el nuevo año y ahora es cuando cruzo la fase del “todo sigue igual”. Y no es que me queje de mi vida, todo podía haber ido mejor, mucho mejor, sobre todo porque me faltan personas muy importantes a las que necesito en muchos momentos. Podía haber ido mejor, sí,  y podía haber ido peor. Y yo, adalid de la positividad, acertada o no, me considero afortunada, busco lo bueno, lo positivo, me quedo con ello y lo VIVO, por todo lo alto, sin límites. Y vendrá alguien que quiera mostrarme la cruel realidad y volveré a pararle los pies y a seguir sonriendo que para llorar no necesito a nadie y ya tengo mis momentos de soledad para ello.

Ya hemos hecho lo que nos exige el guión del Fin de año, ya hemos vuelto a un día normal, con las horas justas para reponernos que mañana hay que trabajar. Bueno, los que trabajamos, que hay otros que ni eso y otros que se pegan las vacaciones de invierno que hay que ver cómo se lo montan. Pero yo en mi línea, que me siento feliz, que tengo casi todo lo que necesito y que lo único que le pido al año es : “Virgencita que me quede como estoy”. Bueno, ya escribiré mi carta a los Reyes que, no pienso desaprovechar la ocasión,  visto lo visto cada día deben de tener menos trabajo y para mí que son autónomos, como yo, y nos tenemos que echar una mano, que está la cosa muy "preocupada".

Gracias a la Vida por darme salud, dinero y cariño de los míos. Gracias por traerme a gente maravillosa que no conocía y dejarme recuperar a otros que creí perdidos. Gracias por mantener a los que están, sobre todo a una persona que sé que me quiere, a su manera, y que solo tiene hacia mí buenos sentimientos y muchas sonrisas.

Perdón a la Vida por no saber estar a la altura en muchas circunstancias, por ese sentimiento de rencor que al final venzo pero... como me cuesta! Por mis despistes, por no saber querer como debo, por no ser capaz de dar todo lo que se necesita de mí. Perdón por mirar a otro lado con todo el dolor de mi corazón, por el daño causado, por la distancia, por el olvido, por la ausencia. Perdón por ser una simple mortal.

Y ahora a comenzar este año que huele a nuevo, a limpio, del que apenas hemos escrito unas horas. Un año lleno de nuevas esperanzas, de felicidades que reír, de desdichas que llorar. Nuevos aires de cambios políticos y emocionales. Una nueva oportunidad de crecer, de ser mejores. En nuestras manos está el nuevo futuro. 

 

Querida Vida, permíteme vivir un año mas con mi gente, con toda mi gente. Prometo vivir intensamente cada segundo que me regales, prometo SENTIR.

¡¡¡¡ FELIZ 2015 !!!!!