Nunca te gustaron mis amigas, te parecía ver que eran poco para mí. Nunca supe con que medida valorabas la amistad. No te gustaban y sin embargo siempre estaban invitadas a casa, a las escapdas del fin de semana, a las vacaciones. Siempre haciéndome feliz, quizás complementando tu propia niñez, sin un padre, sintiendo demasiadas necesidades.
Nunca te gustaron "mis novios". Uno por alto, otro por bajo, por moreno, por rubio; nunca te parecían suficientes para mí y sin embargo... Quizas compensabae el que la abuela solo te quiso al final, cuando aprendió a quererte.
Tal vez, al final, ni yo misma te gustaba. Habías perdido a tu muñequita adorada en brazos de la libertad, la peor de las razones . Sin embargo aun me siento querida, amada, adorada sin medida posible, sin propósito de enmienda; y es que hay tanto de ti que vive en mí, que crece cada día, un nuevo recuerdo, un gesto compartido, una palabra aprendida.
Si hoy pudieras verme, mamá, verías a un princesa poco parecida a la de los cuentos que me leías y sin embargo... cuánto ibas a disfrutar.
Por siempre.
2 comentarios:
Esté donde esté seguro que ha leído tus palabras, esas que salen del corazón... y sonríe a su Princesa y te arropa con un cálido abrazo.
Besos desde mi columpio.
Siempre consigues pellizcar mis sentimientos.
Besos.
Todo lo que nos digas puede ser interesante, depende de ti.