Comienza el juego, señores

La verdad es que no sé muy bien qué contar. Me he vuelto a enganchar al Twitter, será que he encontrado gente nueva que me aporta diversión o simplemente que no soporto el hacer siempre lo mismo y retomo cosas perdidas cuando ya las creía olvidadas. El caso es que me pierdo demasiado tiempo por allá. Y esos privados…

Me he encontrado con Raquel Lo, aquella concursante que acompañó al gran Pepe Herrero en las dos ediciones en las que participó y, con todo merecimiento, ganó. Me cae muy bien fuera de concurso porque dentro… bueno, eso ya es agua pasada. Hemos charlado del nuevo GH y sigue con esa idea de los “Mundos de Yupi” cosa que nada tiene que ver conmigo. Que no soy yo de enfrentamientos a grito “pelao”, para nada, pero esa parsimonia que da el buen rollo forzado no me va nada, que para eso soy Oscura.





Por otro lado anoche visitó el Debate nuestro Pepe, el que dice las cosas claras, que  es capaz de tomarse un concurso como lo que es y además decirlo. Ese que van a volver a dar la patada porque se salta las normas del peloteo, al que nos tienen acostumbrados, para no perder sitio y dice a la cara lo que piensa. En fín… lo mismo le vemos poco pero la satisfacción de escucharle enfrentándose a la “cúpula” es bocatto di cardinale, sólo para paladares exquisitos. Y es que no me canso de escucharle , ¡qué le voy a hacer!.






Y vamos a GH que ya está empezando a ser un concurso, con sus enfrentamientos, sus grupillos, sus traiciones… Como la vida misma. Ahora parece que a Michael, ese policía que apenas hace acto de presencia, se le acerca Mary Joy, otra que parece que pasaba por allí. Y después de esto podríamos decir “y desaparecieron los dos” y nadie se daría cuenta. Vamos, que están deseando que se forme una pareja para movilizar carpeteras que son las que dan marcha al concurso.




Pero no se queda ahí la cosa que ya vamos a la caza de otra pareja: Noemí y Alessandro. Ambos guapos, divertidos y que me da en la nariz, se dejarán hacer. Y como a mí estas historias de amoríos no me interesan nada, sigo apoyando, mínimamente eso sí, a Pepe, que me parece ese alma cándida que parece que no se entera pero que en el fondo es el que mejor sabe salir  de situaciones complicadas. Patética fue “la bajada de pantalones” de David al verse sorprendido por una reacción que no esperaba. El pequeño se comió al grande y yo disfrutando del momento.





¿Y qué más? Pues lo de siempre;  Azu que se ampara en su malformación para dar pena; Sindia vendiéndonos  su “simplicidad” (ja, ja y ja); Hugo que sigue siendo el perfect man ; el Pater que ya ha conseguido fieles seguidores a los que va evangelizando sin que se den cuenta; Ariadna, esa pobre hija de un padre misógino y “bocazas”. Sólo me queda hablar de la nueva pero es que lo único que he visto de ella son imágenes intentando deshacer ese pedazo de hielo que , en breve, les llevará a pasar hambre. Ese Pepe Herrero diciendo alto y claro que la prueba está hecha para no pasarla y que surjan los enfrentamientos… “pa comérselo, cari”. ¡Ay! ¿Qué tendrán los Pepes de GH?